viernes, 22 de enero de 2010

La traición

Estaba ya bastante harto de la política, desencantado de toda esta hipocresía, de palabras necias y vacías. Palabras tan vacías como democracia, como izquierda o derecha política, bilingüismo, derechos, etc. etc. etc.


Estoy hasta el mismisimo gorro de escuchar en la calle tengo derecho a, porque mi derecho de, pero nadie, absolutamente nadie habla de deberes. Previo exigir derechos debemos estar convencidos de que cumplimos todos nuestros deberes para con los demás.


Empieza a coger forma un hartazgo que había iniciado en mi época de estudiante colegial, yo, ciudadano español, que cumple con todos los deberes para con la Patria, entre ellos el deber de conocer el castellano, a Dios gracias que mi familia es de clase alta, con un nivel cultural muy elevado y que me permitió conocer la lengua de mis antepasados, la de mi madre Patria, la de mi Nación y mi país, único e indivisible.

La lengua es un elemento vertebrador de cualquier sociedad, por ello los nacionalismos buscan evitar la lengua española. Desvertebrar a España por sus lenguas, volvemos a la Edad Media, tiramos por tierra lo único decente que en este país hicieron los Borbones, unirnos, entorno a una única lengua, una única bandera, un único odio a la regia casta borgoñona.

Pues bien, que ese intento por desunir a los españoles lo realicen los nacionalismos independentistas lo considero lógico, razonable, es más supone su deber para con los suyos, para con sus votantes. Pero que esto lo haga el Partido Popular... tela marinera oigan. Estoy harto de ellos.

Yo, votante fiel, amable seguidor, crítico a veces, las menos, claro está. Pues ya llegue a mi hartazgo personal. Juro por lo más Sagrado, que no es otro que el Altísimo, que no olerán un voto mío hasta que el Partido Popular sea español y no de cada una de las casas de putas, de las 17 chozas de pajas que deboran desde dentro a mi Madre Patria.

El PPdeG (de ga tocate los cojones que ahora sera de gue porque con los cambios en una RAG cada vez mas nazionalista, manejada por el que se cree soberano de turno del que por muy breve tiempo fue Reino de Galicia) con el TRAIDOR al frente, ese sin vergüenza, capaz de mentir diciendo que nunca dijo lo que dijo. Capaz de, como Felipe González, prometer lo que no va a cumplir en la campaña electoral porque, como indigno servidor del pueblo soberano, da por sentado que, a este, se le puede mentir y que lo que se le promete al pueblo, en lo alto de un estrado con las siglas del partido, es una farsa, una calumnia, otra simple y burda promesa que será incumplida.

Llenan los periódicos con el Partido Popular está en contra de la imposición lingüística en Catalunya, pues saben lo que les digo yo que soy gallego, que nunca me han obligado a estudiar el catalán. Jo estimo el català. Que ho parlin ells, que ho parlin si ho volen, que ho estudiïn. Jo mateix m'he molestat a aprendre algunes cositas en aquest idioma, dialecte o el que sigui.

Así que dejen tranquilo a los catalanes, donde el voto nacionalista es mayoritario y se preocupen por no imponer lenguas donde el voto nacionalista es muy minoritario. Tienen Valencia llenito de valenciano en las escuelas. Incluso a una niña le bajaron la nota por escribir en castellano. Esa profesora como minimo debería estar fuera de la enseñanza, inhabilitada de por vida, y toda la cadena hacia arriba también por permitirlo. Y no estaría de más poderlos desterrar a todos, porque son indignos de compartir mi Patria, de pisar nuestra noble tierra.

En Galicia la imposición es acojonante, ante la Adm. Pública, no existe más idioma que el gallego normativo, cambiant y surrealista. No hay panfletos informativos en castellano, ni formularios en la lengua de Cervantes. En el colegio las asignaturas fuertes son en gallego de la RAG esa institución que el día que se extinga celebraré con champagne. Los libros en gallego, ciencias (donde el chumbo es un elemento más de la tabla periódica), matemáticas (donde se eleva o caldeiro), xeografía (donde se estudia el rio Texo y compañía).

Sin más dilación tengo que otorgar el premio al hipócrita del año a la institución Partido Popular. Rajoy, Feijoo, Fraga Iribarne, Gallardón y demás hijos de la grandísima puta estais jodiendo este país. Lo estais matando poco a poco. Lo estais llevando a la muerte como hizo Judas con Jesús de Nazaret por 20 monedas de plata. No mereceis mejor final que el, ahorcados y con Belzebú.