Hacía mucho tiempo que no entraba a escribir. No había pasado nada que me hubiese impulsado a plasmar nada de interés. Pues bien, acaba de ocurrir. Lo he dejado reposar y ya estoy listo para plasmar mis sentimientos.
Un nombre, sólo uno, fue capaz de levantarme del asiento para escribir. Antonio Gutiérrez Vegara. La inmensa mayoría de votantes de este país preguntarán ¿quién coño es este fulano? Pues bien, para los no votantes del PSOE os diré, una foca aplaudidora más del Congreso que se sienta detrás de los mandamases del PSOE. Para los votantes del Partido les diré que dejen de votar por prejuicios baratos y se lean como poco los nombres y las propuestas que vengan en el programa electoral porque, un día, resucita D. Francisco Franco Bahamonde y como se presente por el PSOE tiene 10 millones de votos asegurados. Parece que soy el único imbécil que intenta informarse antes de dar el voto a uno u otro.
Pues bien, se ve que esta foca monje, amaestrada para aplaudir tras la intervención de cualquier gerifalte del PSOE, ha sacado orgullo, de vaya usted a saber donde, y se le ha ocurrido la desfachatez de romper el voto de partido. El remordimiento de conciencia le pudo a este antiguo secretario general de CC.OO. -innoble sindicato subvencionado y partidista-. No tardaron en salir personajes de la vida pública a criticar o alabar a este ex-sindicalista, con estudios en física, que llegó a diputado.
Lo primero y más rápido abrirle los ojos a los que lo alabaron. Su señoría estaba claramente en contra del decreto de reforma laboral pero sólo alcanzó valor suficiente como para abstenerse. ¡Qué valor! ¡Fascinante! (para votantes del PSOE esto es un sarcasmo, para más información, acudan a un diccionario de la RAE, es un libro grande, muy gordo, rojo, que probablemente tengas colocado bajo la pata de la mesa que cojea)
Ahora a los críticos que centraré en la figura pública del Portavoz del Grupo Socialista José Antonio Alonso. Este cretino, este chantajista intentó coaccionar a su señoría con unas declaraciones públicas que bien podían haberse tratado por un Fiscal como delictivas. La opinión es libre pero la disciplina al Grupo Parlamentario es obligada. Y 300 € de multa por hacer ejercicio de sus funciones como diputado. Fue elegido por el pueblo para votar según su criterio y no el de José Antonio Alonso y todo el Partido.
¿Democracia? ¿Demócratas? El socialismo no entiende de democracias, si no de dictadura, de totalitarismo, del totalitarismo de los proletarios. Que no os engañe el apellido la dictadura del proletariado no es más que una DICTADURA.
sábado, 26 de junio de 2010
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